lunes, 4 de junio de 2012

Sebastián Kentros nació el 17/06/1999 en la ciudad de Buenos Aires.
Caminó a los 9 meses y empezó a hablar a los 11.
Cuando tenía aproximadamente 3 años, se golpeó la cabeza con el mango de un metegol.
Para divertirse, bajaba las escaleras de su departamento con la cabeza.
Cuando tenía 4 años empezó a estudiar en el jardín de infantes “7 Colores”. A los 5 años, comenzó a cursar en la N E S.
A medida que fue creciendo, asistió a varios clubes, como por ejemplo “El Garaje”, donde practicó fútbol y en el Club Quilmes Oeste realizó natación.
Sebastián vivió en muchos lugares, por ejemplo, en un departamento en la calle Zapiola, en Bernal; luego, en una casa en la calle Moreno, de Quilmes y en la actualidad, en una casa en 9 de Julio.
Su familia esta compuesta por su mamá, Silvia Braida, su papá, Alejandro Centros y su hermano menor, Ezequiel Kentros

martes, 22 de mayo de 2012

Sebas Kentros

Sebastián Kentros nació el 17/06/1999 en la Ciudad de Buenos Aires.
Caminó a los 9 meses y empezó a hablar a los 11.
Cuando tenía aproximadamente 3 años, se golpeó la cabeza con el mango de un mete gol.
Para divertirse, bajaba las escaleras de su departamento con la cabeza.
Cuando tenía 4 años empezó a estudiar en el jardín de infantes “7 Colores”. A los 5 años, comenzó a cursar en la N E S.
A medida que fue creciendo, asistió a varios clubes, como por ejemplo “El Garaje”, donde practicó fútbol y en el Club Quilmes Oeste realizó natación.
Sebastián vivió en muchos lugares, por ejemplo, en un departamento en la calle Zapiola, en Bernal; luego, en una casa en la calle Moreno, de Quilmes y en la actualidad, en una casa en 9 de Julio.
Su familia esta compuesta por su mamá, Silvia Braida, su papá, Alejandro Centros y su hermano menor, Ezequiel Kentros

miércoles, 18 de abril de 2012

Vera

Vera recibe una llamada de su tío, Serguei Torres, el famoso doctor, que reside en África, para aprender las costumbres de los nativos.
Vera, aburrida por los comentarios del tío sobre medicina y sobre los médicos de la tribu, cuelga el teléfono y se pone a hacer algo que le encanta, asustar al prójimo con cuentos de terror.
Alguien perfecto para asustar era su tía que, intrigada le pregunta, como, está el tío. Vera, aprovechando esta oportunidad le dice que el tío está bien, pero que tengamos cuidado al salir de casa porque él cree que puede llegar a su ubicación una tormenta muy pero muy fuerte.
La tía asustadísima fue corriendo a encender el televisor y encontró en un pronóstico del tiempo que iba a haber lluvias. Al oír ésto, se desesperó y empezó a cerrar todas las puertas y ventanas pero no lo logra y sale corriendo como una loca desquiciada.
Cuando de repente, termina la tormenta, Vera sale a buscar a su pobre tía a la casa del vecino, pero ella no estaba allí. Los vecinos le dijeron que la última vez que la vieron fue cuando corría por su vida hacia el aeropuerto. Vera, al asustarse de esta noticia fue a buscar a la tía al aeropuerto. Al llegar allí, lo único que vio, fue a su pobre tía intentando llegar al avión con las monedas que le quedaban en su pijama.
Los dueños del aeropuerto al ver que la vieja lo único que llevaba eran diez centavos y estaba en pijama, la echaron del lugar.
Vera al regresar a casa de su tía sin su tía decide ordenar toda la residencia antes de su regreso.
La pobre anciana, era transportada hasta su domicilio por los agentes de policía que la habían retirado del aeropuerto por el atuendo que llevaba puesto (piyama).
Vera mientras esperaba en la sucia casa de su tía se sorprendió al encontrar un cuadro que tenía en el a su tío mostrando su mano ensangrentada junto a un nativo que se había herido trabajando en el campo de cultivo, ella al ver el enorme cuadro se le ocurre una excusa que ahora involucrara a su pobre tío, a la llegada de las autoridades, vera le echa la culpa al pronostico de su tío, a la policía le párese bastante real y se va.
La tía tiritando por la culpa de su vestuario empapado se va cambiar.
Vera al ver que no tiene nada que hacer se va al pueblo a caminar con sus amigas de la zona.

domingo, 25 de marzo de 2012

Circe y las Sirenas.
Ulises con su tropa llego a la isla de Circe (la diosa hechicera) ella al ver la oportunidad decide invitar a los caballeros a un banquete, Ulises (el inteligente) decide no entrar al castillo.
Dentro los caballeros se volvieron victimas de las pociones en forma de alimentos ofrecidos por Circe, al ocurrir esto se transformaron en sucios cerdos.
Ulises enterado de la situación decide entrar al castillo a rescatar a sus camaradas, antes de que Ulises el fue visitado por Hermes (el dios mensajero) que le entrego un paquete de hierbas que lo protegerían de los elixires de Circe.
El al entrar se les fue ofrecido lo mismo que a sus compañeros pero el utilizar las hiervas al momento indicado no cayo en la forma de cerdo como sus compañeros
Circe conciente de las habilidades del humano decide terminar con lo ocurrido y les devuelve sus cuerpos a los caballeros en muestra de son de paz.
Circe decide volverse amiga de los mortales y orienta a Ulises.
A la mañana siguiente Circe le dice a Ulises que debe ir a ver al oráculo que reside en el Averno, Tiresias.
Ulises al encontrarse con el oráculo el le advierte de que Poseidón esta muy molesto con el por haber segado a su hijo.
Ulises al llegar al castillo de Circe ella le advierte de las sirenas.
Ulises al zarpar les ordena a dos de sus hombres que lo aten al mástil y a los demás que se tapen los oídos con cera. Al llegar a lo de las sirenas no les ocurre nada a los caballeros al estar inmóviles y sordos, pasado el peligro Ulises ordena a sus hombres que lo desaten y que sigan el rumbo por que debían pasar la ira de Poseidón antes de llegar a su destino.

viernes, 23 de marzo de 2012

Vera

Vera

Vera recibe una llamada de su tío, Serguei Torres, el famoso doctor, que reside en África, para aprender las costumbres de los nativos.
Vera, aburrida por los comentarios del tío sobre medicina y sobre los médicos de la tribu, cuelga el teléfono y se pone a hacer algo que le encanta, asustar al prójimo con cuentos de terror.
Alguien perfecto para asustar era su tía, que, intrigada le pregunta, como está el tío. Vera, aprovechando esta oportunidad le dice que el tío está bien, pero que tengamos cuidado al salir de casa por que él cree que puede llegar a su ubicación una tormenta muy pero muy fuerte.
La tía asustadísima fue corriendo a encender el televisor y encontró en un pronóstico del tiempo que iba a haber lluvias. Al oír ésto, se desesperó y empezó a cerrar todas las puertas y ventanas pero no lo logra y sale corriendo como una loca desquiciada.
Cuando de repente, termina la tormenta, Vera sale a buscar a su pobre tía a la casa del vecino, pero ella no estaba allí. Los vecinos le dijeron que la última vez que la vieron fue cuando corría por su vida hacia el aeropuerto. Vera, al asustarse de esta noticia fue a buscar a la tía al aeropuerto. Al llegar allí, lo único que vio, fue a su pobre tía intentando llegar al avión con las monedas que le quedaban en su pijama.
Los dueños del aeropuerto al ver que la vieja lo único que llevaba eran diez centavos y estaba en pijama, la echaron del lugar.
Vera al regresar a casa de su tía sin ella que ahora estaba desquiciada, se sintió mal por lo que le había hecho ordenó toda la casa antes de su regreso.
La pobre anciana, era transportada hasta su domicilio por los agentes de policía que la habían retirado del aeropuerto por el atuendo que llevaba puesto.
Vera mientras ordenaba la sucia casa de su tía se sorprendió al encontrar un cuadro que tenía en el a su tío mostrando su mano ensangrentada junto a un nativo que se había herido trabajando en el campo de cultivo, ella al ver el enorme cuadro se siente culpable de sus actos y decide contarle a las autoridades lo ocurrido.